IV Campeonato de España de la Federación Española del Canario de Canto (FECC)
El Sr. Zambrano nos habla del canto discontinuo en el IV Campeonato de España de la Federación Española del Canario de Canto (FECC). Celebrado en Onda-Castellón, 2012.
Gran Canaria - Sta. María de Guía.
Lugares de Lectura.
Sobre la mesa La Revista Tenores Nº 7
Llego a casa, aún lleno de energía y relajado, después de haber pasado la tarde en Inagua recorriendo viejos y angostos caminos.
Cansado y vencido por el sol, me senté a la sombra de un viejo pino medio quemado, que habiendo sido devorado por llamas hambrientas en el último gran incendio que asoló Gran Canaria, sobrevive ahora, debilitado, a la sequía que nos aniquila desde el último invierno isleño.
Adornaba el pino una familia de Serinus canaria. Revoloteaban en lo alto, envalentonados, jugaban a ser mayores, marcando territorios, soltando las últimas plumas…, repasaban con exagerada lentitud. Ante ellos, se abre un futuro descorazonador, si no llegan las lluvias, no hay comida, si no hay comida, las próximas nidadas disminuirán.
Estando en estos parajes, se puede adivinar la quizás existente relación entre el hombre aborigen que habitaba esta isla y el Serinus canaria. Imagino a la señora soledad de aquellos años vestida de vírgenes barrancos, de verdes grises, de los cantos metálicos de los canarios ancestrales, adornos de agrestes paisajes complementan el traje de la joven y profunda Gran Canaria de entonces. Pretéritos sonidos de armonía quedaron anclados a aquella soledad.
Con la invasión, se acabó con la libertad de los hombres y mujeres que en aquel tiempo habitaban en esta Isla. Los definen los historiadores como arrogantes y valientes guerreros.
Con el retorno de los invasores a la Europa de aquella época, viajaron esclavos y esclavas canarios que se integraron de una forma o de otra, siendo hoy parte de la mezcla que forma al europeo multirracial que conocemos actualmente.
Viajó también el Serinus canaria, este pajarito sin quererlo hizo un viaje distinto, viajó en primera. Al desembarcar en Europa fue él quien asaltó el viejo continente. Inventó, creo, la canaricultura, convirtiéndola en lo que conocemos hoy en día. Determinó con su protagonismo la producción de pájaros diferenciados entre sí por su color, por su canto y su aspecto.
Con la posterior cría y diferentes cruces, después de su llegada a Europa, el canario se hizo un nombre propio, asumió el papel del actor principal que necesitaban los criadores, esta función perdura hasta nuestros días.
Consiguió el canario ancestral ganarse el respeto y la admiración de muchos criadores que por aquel entonces cultivaban el arte del canto en las aves. Entre ambos, pájaro y hombre, forjaron leyendas y estilos de crianza que aún hoy se cultivan. El hombre europeo domesticó al canario, cosechó el hombre tantos éxitos gracias al canario que los nombres de estos lograron un lugar destacado en la historia de la canaricultura.
Considero que con el desembarco y conquista de la vieja Europa, con el cambio ambiental que significó las nuevas tierras, empezó a labrarse la verdadera historia del canario de canto, aderezado por la nueva climatología y los recién estrenados fenómenos ambientales, producto de la masificación humana. Si a ello le sumamos el estrés que originó las capturas y traslados de los ejemplares de su medio natural a otro hábitat, donde incluso la alimentación varió, todo el conjunto marcó el futuro de la raza del canario de canto. Con todo lo anterior, terminó de fraguarse el fenotipo de nuestro canario. El cerebro de todos los animales es moldeable, esta capacidad de adaptación es digna de elogio, nuestro canario no iba a ser menos.
Los nuevos estímulos externos con los que empezaba una nueva vida el canario también fueron parte de la reforma de su genotipo, ayudado por esos nuevos agentes externos que no aparece escrito en el ADN y que hace que cada individuo sea biológicamente distinto, gracias a las sustancias químicas que se desatan en el momento de la cópula y que están en consonancia con el óvulo y el espermatozoide. Estos componentes químicos pasan a formar parte del embrión, poco sabemos de este legado, pero parece ser que el entorno lo condiciona. Imaginen el entorno hostil que encontró el Serinus canaria al llegar al continente, todo era distinto, hasta el espacio se había reducido a una jaula y fue la jaula a pesar de sus limitaciones para el canario, la que lo condujo por caminos de gloriosas aventuras y trabajos bien planificados y elaborados en distintos criaderos. Criaderos que marcaron época, estilo y formas, criadores serios y capacitados para la observación. Con la suficiente perspicacia para cimentar lo que años después se llamaría Canario Discontinuo. Pero es esto otra historia de la que mucho se ha escrito y más aún por hacer, por aprender y por enseñar.
Sigamos por la senda de la adaptación del canario a su nueva situación, el estrés ocasionado, como este peculiar ingrediente marcó su nueva forma de vida. Sabemos que el cerebro no es invariable, si no que evoluciona autocreándose ante los nuevos estímulos externos. Tuvo el estrés causado con estos cambios, amén de la carga genética, el poder de lograr modificar la conducta del canario de canto.
Cierto es que determinados criadores derrochando arte, intuición y buen hacer recurren a los genes asilvestrados de nuestro canario ancestral cuando quieren lograr una nueva estirpe en su aviario o refrescar sangre. Los floreos característicos del canario del monte unidos a un fenotipo envidiable son demandados aquí en las Islas y fuera de nuestras fronteras a la hora de iniciar un trabajo selectivo y de futuro.
Goza de salud el Serinus canaria en libertad. Sus depredadores, la gran mayoría introducidos, no diezman la población. Es mayor la incidencia nefasta que ocasiona el hombre, destruyendo su hábitat con el uso en medianías de tierras de cultivo y el tratamiento agresivo en estas de productos fitosanitarios. Por otro lado, también afectan a la población de silvestres las capturas ilegales de ejemplares para su mantenimiento en cautividad. Estas capturas están penadas por la ley, cada año, furtivos pasan camuflados cientos de ejemplares fuera de nuestras fronteras canarias.
Permiten los cabildos de las islas una serie de capturas anuales a criadores que reúnan las características exigidas por la ley.
Debe ser de carácter obligatorio que la canaricultura desarrolle las características sociales del hombre, ahuyentando todo valor negativo, evitando el fanatismo. Hay que desdramatizar y considerar los concursos como una fiesta - encuentro cultural, entre personas que gracias a las artes canoras de los canarios se juntan para poner de manifiesto todo lo sucedido durante el año. Es obvio que cada uno, de forma personal, se esfuerce por ganar, pero más obvio es aún que demostremos una amplitud - dimensión mayor y aprendizaje con la derrota. Los concursos no deben tomarse como una cuestión de estado, donde fanáticos "pajareros", que no canaricultores, aprovechan para hacer de lo absurdo nada que tiene que ver con el maravilloso arte de criar canarios de canto en cualquiera de sus líneas.
De la misma forma y con la misma perspicacia que cada año intentamos limar defectos del genotipo y fenotipo de nuestros canarios. Esa misma dedicación e interés debemos tener con nosotros mismos, para ser capaces de aunar en nuestro genotipo los caracteres que nos hagan ser excelentes canaricultures y mejor personas. Es de vital importancia comprender que todos somos diferentes y que nuestro único objetivo debería ser armonizar nuestras diferencias, solucionándolas desde un marco donde primen las buenas artes humanas. Porque es esta la única y verdadera herencia que debemos dejar a nuestros hi@s. Un testamento que sea tan verdadero como la vida misma, un testamento que se escriba libre de conflictos entre las diferentes sociedades, un testamento tan puro y espontáneo como la canción que surge del canario que habita en lo alto del pino de los montes de Inagua, rememorando ancestrales ecos que reverberan en el profundo barranco donde el canario del monte jamás imaginó que llegaría a ser el señor indiscutible de la canaricultura de canto.
AGRACANTO