Nos hemos acostumbrado a resolver las dudas que diariamente nos asaltan en el criadero, titubeo... luego existo (intuición, perspicacia), a través de la tela de araña digital que vamos trenzando en nuestro grupo donde vamos hallando soluciones, o, simplemente, complementando, reforzando conocimientos, percepciones positivas. Nuestro grupo no hace más que darle alas a esta edificante y provechosa afición, intencionando hacerlo cada día mejor, mejor que ayer, y mejor aun que cuando llegue mañana.
Es de agradecer que procedimientos tan dispares y de tanta diversidad se mezclen dando cabida a tal abundancia de modos distintos de entender la canaricultura de canto, hemos edificado nuestro lugar de encuentro desde la seriedad de las discusiones colectivas. Con una premisa que me parece importante dando a este lugar un trasfondo común, participación, aprender, compartir.
Las diferencias, que, sin duda, existen, no son más que orquestaciones en el interior de coloquios plurales.
Aunque, qué duda cabe, la mejor recopilación de procedimientos es la música convertida en canción llegados los nostálgicos otoños. Es de agradecer que nuestro idioma canaril, de alcance mundial y tan rico como el que compartimos pueda disfrutar en nuestro grupo, abiertamente, sin necesidad de aislarnos en el singlar cotidiano de embravecidas aguas, que, casi a diario se mueven agitadas por connaturales mundos de musicales cantos.
A menudo surgen fronteras divisorias que acaban absorbidas por nuestro criadero, único. Las particularidades de observarlo todo tratando de entender, al final compartir, es un diverso cantón visual desde el que interpretamos la pluralidad que nos caracteriza canariculturamente.
Enhorabuena por el grupo, así como por las espontáneas y variadas aportaciones.
Gratitud a todos.
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